En España, existen diferentes figuras legales que buscan proteger y garantizar el bienestar de personas que, por diferentes motivos, no pueden hacerlo por sí mismas. Estas figuras incluyen las
tutelas,
curatelas,
guardas y las asistencias, las cuales son reguladas por el Código Civil.
Las
tutelas son una medida de protección para aquellos menores de edad que no tienen padres o tutores legales que puedan cuidar de ellos y para los mayores de edad que por sus enfermedades o siutación particular no pueden cuidarse por si mismos en la mayoría de sus esferas personales y patrimoniales. En estos casos, un tutor es designado para velar por los intereses del tutelado, tomando decisiones en su nombre y representándolo legalmente.
Por otro lado, las
curatelas son una figura similar a las tutelas, pero que se aplica a personas mayores de edad que no pueden cuidar de sí mismas en algunos de sus ámbitos de su esfera personal o patrimonial por diferentes motivos, como discapacidad intelectual o enfermedades mentales. En estos casos, se designa un curador que vela por sus intereses y toma decisiones en su nombre en los ámbitos designados por el juez.
Las
guardas, por su parte, son una figura legal que se aplica a personas mayores y menores de edad que, por diferentes motivos, no pueden valerse por sí mismas en determinadas situaciones, como en el caso de enfermedades mentales temporales. En estos casos, se designa un guardador que vela por sus intereses y toma decisiones en su nombre solo en esas situaciones específicas.
Por último, la asistencia es una figura legal que se aplica a personas mayores de edad que, si bien no necesitan una tutela o curatela completa, sí necesitan cierto grado de ayuda o supervisión para cuidar de sí mismas. En estos casos, la propia persona necesitada de asistencia puede acudir a un notario para firmar la constitución de la asistencia y designar en que ámbitos otorga facultades al asistente.
Si por el motivo que fuere la persona no puede hacerlo a través de esta vía notarial, también existe el procedimiento judicial para que se designe un asistente que ayuda a la persona a tomar decisiones y a realizar actividades cotidianas.
Es importante destacar que todas estas figuras legales buscan proteger y garantizar el bienestar de personas que, por diferentes motivos, no pueden cuidar de sí mismas. Por ello, es fundamental que se apliquen de manera justa y equitativa, respetando siempre los derechos y la dignidad de las personas afectadas.